Lava, pela y pica las papas en cubitos uniformes de 1 a 1.5 cm. Este tamaño es perfecto porque no se desbaratan pero se cocinan rápido y parejo.

Pon las papas en una olla y cubre con agua. Agrega la sal y ponlas a hervir. Cuando suelte el primer hervor, baja el fuego a mínimo, tapa y cocina por 4-5 minutos.

Para saber que están listas, pincha con un tenedor, debe entrar fácil pero a papa debe mantener su forma.

Escúrrelas inmediatamente para evitar que se recosan.

Pica la cebolla en cuadritos. En un sartén caliente por el aceite y sofríe la cebolla por 3-4 minutos hasta que esté suavecita.

Agrega el chorizo y con una cuchara de madera ve deshaciéndolo. Baja el fuego a medio- bajo y cocina por 10-12 minutos.

El chorizo debe quedar bien cocido, doradito y completamente suelto. Si se ve muy seco o se pega a la sartén, agrega un poco más de aceite.

Cuando el chorizo esté listo, agrega las papas escurridas. Prueba las papas antes de mezclar. Toma un cubito de papa con un poco de chorizo y prueba. Ajusta la sal de ser necesario.

Ahora sí, con el fuego muy bajito, mezcla con movimientos envolventes y suaves. No picotees con la cuchara porque romperás las papas. Tómate tu tiempo para que todas las papas se cubran con el chorizo.

Apaga el fuego y están listas para disfrutarse.