Lava las mandarinas muy bien y pélalas, pero reserva la cáscara de una de ellas, la que veas más bonita.

Pon todas las mandarinas peladas, azúcar y 2 tazas de agua en la licuadora y muele hasta que todo se integre bien.

Ahora el toque mágico, agrega la cáscara que guardaste y muele de nuevo en pulsaciones por 3-4 segundos ¡no más! Esto ayudará el desprendimiento de los aceites cítricos sin amargar el agua.

Cuela la mezcla en una licuadora. Presiona la pulpa que queda en el colador para extraer todo el líquido posible.

Vacía el resto del agua y mezcla bien. Prueba de azúcar y ajusta de ser necesario.

Sirve sobre hielo, o guarda en el refrigerador hasta el momento de servir.