Enjuaga el arroz dos veces hasta que el agua salga clara. Cuela y vacía en un tazón mediano.

Al día siguiente. Mezcla una taza de agua muy caliente con el café molido. Usa tu cafetera, french press o un pocillo.

Cuela y deja a un lado.

Vacía el arroz con la canela y el agua en una licuadora o procesador de alimentos y mezcla hasta que se muela lo más posible.

Cuela la mezcla sobre una jarra. Regresa la pasta de arroz a la licuadora, añade dos tazas de agua y muele otra vez.

Cuela en la jarra, esta vez empujando la pasta en contra del colador para sacar todo el líquido posible. Ahora puedes deshacerte de la pasta de arroz y canela.

Vacía la leche condensada, el café y el resto del agua. Mezcla bien.

Mete al refrigerador por al menos una hora para que se enfríe y para que los sedimientos del arroz se vayan al fondo. Es importante que hagas esto, si no, tendrá una textura como de arena. Sé paciente, te gustará.

Sirve bien fría sobre hielo. ¡Disfruta!