*Importante, el tiempo reflejado en la receta es sólo de la preparación, a eso añádele las horas de refrigeración hasta que esté firme, pueden ser de 4-8 dependiendo de tu refrigerador y del molde que utilices.
Pon a calentar la leche con la canela a fuego medio. No la pierdas de vista porque se calienta rápido.
Mientras la leche se calienta, disuelve la grenetina en la taza de agua fría. Verás que pasa de un estado líquido a una especie de gel.
Cuando la leche suelte el hervor, baja la temperatura, agrega la grenetina y disuelve bien.
Apaga el fuego, agrega la leche condensada y revuelve hasta integrar completamente. Deja enfriar por 10 minutos o hasta que esté tibia.
Cuela esta mezcla en una jarra para retirar los pedazos de canela, luego vacía la leche a un molde para gelatina o en vasos individuales.
Métela en el refrigerador hasta que esté firme. Esto tomará varias horas. Yo recomiendo que la prepares la noche antes para que se refrigere toda la noche, o bien temprano en la mañana del día que la quieres servir.
Para desmoldar, con un cuchillo o picahielo, separa cuidadosamente la gelatina de la pared del molde. Calienta agua y vacíala en un recipiente hondo. Sumerge el molde con la gelatina por unos segundos. Coloca un platón encima y con un movimiento rápido y preciso, voltéalo.