Tolerando la Intolerancia a la Lactosa

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Este artículo fue escrito como parte de mi colaboración con National Dairy Council (Concilio Nacional de Productos Lácteos). Como siempre, las opiniones expresadas son mías.

leche

Si tu has seguido este blog por algún tiempo, tienes una muy buena idea de lo importante que es la leche en nuestra dieta.  Estos últimos años he hablado sobre leche para desayunar, quesadillas para merendar.  He escrito sobre como comprábamos leche bronca directamente de uno de mis vecinos y como la hervíamos cada tarde mientras nos sentábamos en la mesa a limpiar frijoles, cuando era niña.

He escrito sobre chocolate mexicano caliente y sobre gelatina de durazno con leche.  Y posiblemente el artículo más leído en este blog es mi receta de Pastel de Tres Leches, la cual ha sido probada por lectores desde Suecia hasta Argentina.  Por demás está decir que la leche es un alimento muy importante en nuestras vidas.

He tomado leche durante toda mi vida y cuando era niña, intuitivamente sabía que era nutritiva, por su sabor, su consistencia y porque satisfacía mi hambre.  La leche es rica en calcio, potasio y vitamina D.  De hecho es el alimento con el más alto nivel de estos tres nutrientes, los cuales fueron identificados por el documento en 2010 de Lineamientos Dietéticos para Americanos (DGA, por sus siglas en inglés), como nutrientes deficientes en las dietas tanto de adultos como niños.  La leche también tiene 9 nutrientes esenciales asociados con la salud de los huesos.  Así que deducimos que es una fuente de nutrientes muy importante.

Estoy contándote esto, porque te imaginarás el pánico en el que entré cuando descubrí que uno de los miembros de mi familia cercana es intolerante a la lactosa.

Creo que todos hemos escuchado la frase “intolerante a la lactosa” pero ¿qué es lo que significa? La lactosa es el azúcar de la leche.  Nuestros cuerpos usan una enzyma llamada lactasa cuya función es descomponer y digerir la lactosa en nuestros intestinos. Algunas personas tienen un nivel menor de lactasa, lo que provoca que no tengan la cantidad suficiente de lactasa en ciertos momentos en sus intestinos.

La buena noticia es que descubrimos que nuestro familiar intolerante a la lactosa, no tuvo que eliminar la leche de su dieta.  Con sólo tomar porciones más pequeñas más regularmente, le fue posible seguir tomando la misma cantidad de leche.  Descubrir esto nos alegró mucho porque no podíamos imaginarnos eliminar este alimento tan importante (especialmente uno con tantos nutrientes) de su dieta. Sabíamos que el eliminar la leche tendría un impacto en su nutrición, cosa que no deseábamos que sucediera.

Como verás esta historia tuvo un final felíz, lo que aprendimos es que padecer de intolerancia a la leche, no significa que se debe evitar tomarla.  Nosotros manejamos esta intolerancia de manera tal que no afectamos los nutrientes diarios necesarios para nuestro cuerpo.  Y por esto estamos muy felices.

Y cuéntame, ¿tienes algún familiar, o eres tú intolerante a la lactosa?  Aquí hay mucha información en español sobre la intolerancia a la lactosa.

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Silvia Martinez
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